Lamentablemente, para nadie es un secreto que una de las realidades más críticas en nuestro país es el alto porcentaje de jóvenes que no cuentan con estudios (ni técnicos, ni universitarios) que les permitan tener un oficio con el que puedan sostener un desarrollo de vida con expectativas de superación. Si a esa situación le sumamos dos aspectos adicionales, como la informalidad laboral y el proceso de migración extraordinaria que atravesamos actualmente (en los que los inmigrantes se ubican en puestos de trabajo básicos y en su mayoría informales), tenemos como resultado los altos índices de desempleo juvenil que viene sufriendo nuestra economía.
Al respecto, a lo largo de los últimos años se han debatido propuestas relacionadas a contribuir con el acceso al empleo de este importante porcentaje de la población, muchas de ellas con el factor común de crear regímenes especiales de contratación de jóvenes con beneficios reducidos en comparación al régimen común (incluso acompañados de ideas absurdas como incrementar la edad para ser considerados como jóvenes a los 30 años).
Sin embargo, otro factor común es que en el debate de ideas no se ha tenido en cuenta el fortalecimiento de la Ley 28518, que es la norma que regula las modalidades formativas laborales, la misma que contiene la modalidad formativa de capacitación laboral juvenil. Esta modalidad formativa permite que jóvenes entre 16 y 23 años que no cuenten con estudios (o estos no hayan concluido) puedan ser capacitados por las empresas privadas en oficios que les permitan un futuro desarrollo de las habilidades aprendidas en actividades dependientes o independientes.
Precisamente esta semana, los abogados de Elías Mantero Abogados y destacados docentes universitarios, Fernando Varela Bohórquez y Marcos Suclupe Mendoza han participado en entrevistas en importantes medios de comunicación argumentando la importancia del fortalecimiento de la Ley 28518 para que los jóvenes sin estudios puedan ser capacitados en oficios que les permitan romper el circulo de la informalidad y el desempleo.