En el año 1988 se celebró en la ciudad de Bogotá, Colombia el primer gran Congreso de Trabajadoras del Hogar, en el cual se discutieron, entre otros temas, la gran discriminación que sufren las personas que se dedican a este trabajo, se discutió que no se encontraban amparadas por leyes y en consecuencia no tenían un pago digno por su trabajo y se encontraban desprotegidas por los estados. Fue en dicho congreso que se estableció el 30 de marzo como el día internacional de las trabajadoras del hogar, para crear conciencia de la importancia de dicho trabajo.
Los argumentos establecidos en el congreso tuvieron gran impacto y fue la ONU quien, en el año 2011, por medio de la OIT, proclamó un tratado que creó un Convenio para asegurar el tratado decente para los trabajadores/as domésticos (Convenio 189).
En el Perú la ley 31047 en su primera disposición complementaria final otorga rango de ley a la declaración del día 30 de marzo de cada año como Día de las Trabajadoras y Trabajadores del Hogar.
