El Poder Judicial está haciendo lo posible para acelerar la digitalización de la justicia. Ello posiblemente no llegará a todos los órganos judiciales, ni será viable para todos los litigantes, lo que podría generar cierto nivel de desigualdad en el acceso a la justicia virtual.
No todos tienen PC o laptop en su domicilio o en la oficina de su abogado, con cámara y condiciones técnicas para usar Google Hangouts Meet. No todos tienen DNI Electrónico, firma digital y lector de tarjeta inteligente, para presentar escritos en la Mesa de Partes Electrónica.
Hay 3 millones de expedientes en soporte de papel y 130 mil en Expediente Judicial Electrónico (EJE). Hay provincias en las que solo se usa la Casilla Física, pues no está implementada la Casilla Electrónica: sus procesos no están en el CEJ (Consulta de Expediente Judicial).
En tanto llega la digitalización total, el Poder Judicial puede (y debe) habilitar áreas con computadoras y demás equipo a un costo social; así como dejar activa una Mesa de Partes física, que se use en paralelo para la presentación de escritos.
No pasemos de una justicia de papel a una «virtual» (in) justicia.
César Abanto
Abogado y Maestro en Derecho por la USMP
Socio del Estudio Rodríguez Angobaldo
Profesor de Derecho de la Seguridad Social en la PUCP, UNMSM y USMP
Miembro de la Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo