A propósito del virus de la viruela del mono y las lecciones que nos ha ido dejando el Coronavirus

El coronavirus nos enseñó que las intervenciones tardías y la soberbia de algunos funcionarios públicos puede ser tan o más peligrosas que la propia enfermedad, por ello no es de extrañar que Perú haya encabezado la lista de los países más afectados por el coronavirus.

¿Estamos ahora menospreciando el virus de la viruela del mono? Ciertamente las decisiones que no consideran la data y la experiencia del coronavirus, cuya cuarta ola todavía no terminamos de vivir, nos condenan a repetir una fallida gestión sanitaria y de seguridad y salud en el trabajo.

Se trata de una enfermedad cuyos síntomas (fiebre, erupciones en la piel, dolores en la cabeza y musculares intensos) pueden desaparecer por sí solos, pero que también puede presentar complicaciones como la neumonía y la perdida de la vista, así como, en supuestos más graves, la muerte (entre el 3% al 6% de los contagiados según fuentes de la ONU: https://n9.cl/5m7vw9).

A diferencia del coronavirus, y la razón por la cual las decisiones preventivas salvarán vidas, es que este virus puede contagiarse a través del contacto con objetos que han estado en contacto con la persona infectada: el dinero que usamos diariamente; los asientos de los buses; las barandas de un puente; la manija de la puerta del baño o el asiento de éste.

Es decir, debido al alto riesgo de infección por contacto con objetos, el uso de mascarillas en los ambientes laborales podría no ser suficiente para la protección adecuada de los trabajadores. Entre el 31 de julio al 02 de agosto, los casos confirmados se elevaron de 282 a 313 casos confirmados, que corresponden a 9 regiones del Perú (fuente: twitter del Minsa).

Otro dato importante, y diferencia sustancial con el coronavirus, es que en este caso los niños forman parte del grupo propenso a desarrollar las complicaciones.

Una acción efectiva para reducir posibles contagios y, por consiguiente, minimizar los futuros decesos por el virus de la viruela del mono, es volver a priorizar el trabajo remoto o la implementación del teletrabajo, tanto en el ámbito público como privado.

Prevenir y reaccionar no es lo mismo, nuestros funcionarios públicos tienen una nueva oportunidad para esta vez no esperar lo segundo.

Como acertadamente dijo el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, “cualquier medida que tomemos ahora parecerá exagerada. Cualquier medida que queramos tomar después será insuficiente”.

Vicente Paul Gómez Apac

Abogado experto en Empleo Público y Derecho Administrativo Sancionador. Socio de Silva, Gómez & Asociados, a cargo del área de Defensa y Asesoría Legal para funcionarios y exfuncionarios públicos; brinda servicios de consultorías especializadas para entidades públicas. Cuenta con estudios concluidos de Maestría en Gestión Pública y cursos de especialización en Derecho Administrativo y Derecho Laboral; es docente en las materias de su especialización

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La revista especializada en derecho laboral más antigua del Perú. Fundada por Fernando Elías Mantero en mayo de 1975.